Por qué las mujeres son peores mentores que los hombres (Segunda parte)

 (continuación del post anterior de 25 de julio)

5. Aún en nuestro días, muchas mujeres que llegan a posiciones de alta dirección lo hacen sorteando tremendas dificultades y gran sacrificio personal.

Mientras tanto las jóvenes intentan llegar a la cima con una situación familiar normal con marido e hijos. Sus mentoras que, como la mayoría de mujeres, tienden a valorar el éxito tanto frente a su vida profesional como a la personal, sufren un doloroso agravio comparativo.

6. La tendencia natural de la mujer – aún en ausencia de conflictos – a invertir más energía emocional que los hombres en sus relaciones, es una barrera a aceptar roles de mentoría en la organización.

Sólo el 10% de las mujeres directivas o profesionales tienen una actividad significativa en mentoría comparadas con el 25/30% de los hombres.

El futuro del desarrollo de la mujer como mentora, está en las empresas pequeñas fundadas y dirigidas por mujeres.

La incorporación plena de la mujer en los trabajos de mentorizar a los jóvenes es uno de los retos más importantes a los que se enfrentan a las empresas en el nuevo modelo económico en el que hemos entrado.

Acerca de Juan Malaret

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2 respuesta a «Por qué las mujeres son peores mentores que los hombres (Segunda parte)»

  • Danilo Chacòn

    Este concepto de mentor, dentro de la empresa, me es novedoso, pues no lo habìa escuchado.
    La inducciòn del nuevo empleado es una herramienta que si me es familiar y la capacitaciòn directa del trabajador , cuando se incorpora a la empresa tambien. Si fuera posible me gustarìa tu ampliaciòn al concepto de mentorizar. Gracias anticipadas.

    • Juan Malaret

      Hola.
      Gracias por tu comentario. Te haré llegar una breve nota tecnica con desarrollo y practica del concepto a tu mail. Ahora estoy fuera de vacaciones. Un saludo

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